Hay historias que, no importa cuantas veces las vea, me dejan con una inmensa sensación de felicidad. Esta es una de mis películas favoritas, y no es por una razón sino por una combinación de ellas: La razón número 1 es, ¿cómo no?, James Mcavoy. Este hombre es puro sentimiento y derrocha pasión como pocos actores. Puede que no sea el ideal de belleza masculina pero sus expresiones y miradas le han otorgado el puesto número 1 en actores que son mis amores platónicos. Mcavoy a parte la película es original, graciosa, divertida, romántica y repleta de unos decorados mágicos y una combinación de distintos estilos que le dan un toque único. La he visto millones de veces y la seguiré viendo ya que amo a todos y cada uno de los personajes. ¡Os la recomiendo al cien por cien!